Publicado en Etcétera
Cortesía: Antonio Marquet
La nueva primera dama de Japón, Miyuki Hatoyama, ha sido criticada por decir que hace 20 años fue abducida rumbo a Venus. Su esposo, Yukio Hatoyama, ganó las elecciones para primer ministro de Japón el pasado 30 de agosto, acabando con una hegemonía de casi 54 años del Partido Liberal Democrático. El socialdemócrata Hatoyama tiene una conducta poco ortodoxa para los cánones del país del crisantemo. En ocasiones usa traje verde. Como los demás políticos se visten de azul o gris, el nuevo dignatario parece hecho de kriptonita. Tampoco le gusta peinarse y a veces llega con la cabeza al estilo tifón. Los japoneses han votado por el cambio. Tendrán un primer ministro de aspecto heterodoxo y mayor compromiso social. Por desgracia, en otras latitudes su esposa ha sido vista como una chiflada. ¿La aldea global producirá una telenovela llamada El pecado de Miyuki? Antes de acelerarnos, bebamos una ceremonial taza de té y analicemos el asunto.Las declaraciones de Miyuki no son muy distintas a las que podría hacer una primera dama de España o América Latina que hubiera presenciado una aparición de la Virgen. Cada entorno tiene símbolos que producen ilusiones. ¿Juzgaríamos vergonzoso que una mujer educada en la fe cristiana viera de pronto a la madre de Jesús?Japón tiene un rico trato con los espectros. En 1185 el poeta Fujiwara no Teika escribió "Cinco poemas sobre cosas inciertas". Uno de ellos se refiere a los fantasmas. Ahí afirma que los aparecidos tienen más realidad que los sueños: "Así es el mundo: qué inasible y efímero lo que oímos y vemos".El gusto por lo que no se ve dio lugar a la obra maestra de Junichiro Tanizaki, Elogio de la sombra. El arte de Japón depende del simulacro, el reflejo, el enigma, la garza oculta tras la nube. A propósito de los fantasmas, comenta Tanizaki: "Tradicionalmente, los fantasmas japoneses no tienen pies. Los fantasmas occidentales tienen pies, pero son transparentes. Incluso esta nimiedad demuestra que la oscuridad siempre ha ocupado nuestras fantasías, mientras que en Occidente hasta los fantasmas son diáfanos como el cristal". En Japón no es posible oír la llegada de los fantasmas porque ya están ahí.Miyuki proviene de un entorno donde hablar de apariciones no causa mayor alarma. La extraordinaria cultura pop japonesa ha educado a varias generaciones para que crean en alienígenas y abducciones. A través del manga, el animé, los juegos de PlayStation y las series de televisión, la isla de la ultratecnología ha creado al gato cósmico Doraemon, el robot que salva al mundo luego de una hecatombe nuclear (Astroboy), la travesía interplanetaria en la que el protagonista busca cambiar de cuerpo (Galaxy Express 999), la enciclopedia de las mascotas mutantes (Pokémon), la chica superpoderosa y sideral (Señorita Cometa).En 2004 se publicaron en Japón 297 cómics. ¡La venta total fue de 1,134 millones de ejemplares! Sobreexpuesta a los estímulos de las pantallas y las fantasías del manga, la mente japonesa ha sido estudiada por expertos de Mitsubishi con el siguiente resultado: los aficionados a los cómics y los dibujos animados son espléndidos diseñadores de tecnología. La razón no está reñida con los efectos especiales.En su vertiente catastrofista, Japón es el país de Godzilla; en su vertiente tierna, es el país de Picachú.En el arte japonés la realidad adquiere fantasmagoría. La película Rashomon, de Akira Kurosawa, se basa en dos cuentos de Ryunosuke Akutagawa en los que un mismo suceso se cuenta de distintos modos hasta convertirse en una ilusión.Incluso un escritor occidentalizado como Murakami es fiel a la tradición de las apariciones. Una de sus mejores tramas trata de una prostituta que visita en sueños a sus clientes.Astroboy fue la primera serie de dibujos animados de un país fanático de las naves y los espectros. En japonés, el nombre del protagonista es Átomo y alude a un mundo postnuclear. Su creador, Osamu Tezuka, considerado "El Dios de los Cómics", dibujó otra serie llamada Fénix, que también alude al resurgimiento de las cenizas. Astroboy comenzó a transmitirse en 1963 y se ubica en 2003. Seis años más tarde, Miyuki se convirtió en la primera dama que aceptó haber sido abducida mientras dormía. Esto le permitió saber que Venus es un planeta verde y pacífico. El episodio le parece importante, pero no común; por eso lo incluye en su libro Las cosas más extrañas que me han sucedido.Cada mañana, Miyuki recibe los rayos del sol y "come" unos bocados de energía. Sus creencias, afines a las de muchos feligreses new age, se pueden encontrar en el libro Comida espiritual. Está casada con un hombre vestido de verde que piensa transformar el mundo. La trama es lógica y entusiasmante.La nación de Ultraman, donde el zen enseña a disparar el arco sin ver el blanco y las mascotas virtuales piden su ración de sushi en el Nintendo, tiene una primera dama a la altura de sus excepcionales tradiciones. ¡Viva Japón! ¡Vivan los mundos paralelos! ¡Viva la Señorita Cometa!
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