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Amores intempestivos

Que la internet mató a la estrella de la imprenta, por parafrasear aquella maravillosa canción que se convertiría en himno de la MTV –Video kills radio star-; que cada vez serán menos lectores por culpa de la televisión, y, ahora –otra vez – de la Internet. Quienes vivimos inmersos en este “negocio”, por llamarle de algún modo –la literatura no es negocio en un sentido literal, sí en uno coloquial: mi abuela, que era sinaloense, llamaba “negocio” a la talacha domésticas, por ejemplo, por consiguiente, los escritores, editores, traductores y anexas hacemos negocio-; quienes vivimos de esto, cuando menos por esto, insisto, sabemos que esto no es verdad. Que la Internet favorece al quehacer literario, por lo menos, mucho más de lo que llegó a hacer la TV, entre otras cosas –y en esto concuerdo con lo que apunta Naeif Yehya en su libro Tecnocultura-porque permite la interactividad con el espectador y lo anima a poner su “granito de arena”, aportando su opinión o su versión de los asuntos aquí ventilados. Por cierto, no es sobre eso de lo que quiero hablar, sino sobre un fenómeno quizá no directamente vinculado a la Internet, pero sí coincidente con él: el surgimiento de nuevas propuestas editoriales, no armadas, hay que señalar, con la intención de competir con los grandes sellos editoriales –resulta evidente que quienes apuestan a esta actividad invierten más de lo que ganan-, sino de acercar autores interesantes pero apartados del mass-media, a lectores, a su vez, hastiados de autores promovidos hasta la saciedad que muchas veces poco tienen que decir porque ya dijeron todo (y sus lectores ya les exprimimos hasta la última gota del jugo que solía ser más nutritivo).De entre estas nuevas apuestas hay que citar Ediciones Intempestivas, una nueva editorial semi-cartonera –ahora que están tan de moda las “cartoneras”, de lo más underground en este terreno- con sede en Monterrey, Nuevo León, la Jalisco del siglo XXI en términos literarios –recordemos que los grandes narradores de mediados del siglo XX eran oriundos de Jalisco, como en los albores del siglo XXI lo son de Nuevo León-, ideada por Livier Fernández Topete y el narrador Héctor Alvarado, quien ya lleva a cuestas un kilometraje más que respetable en estas actividades, desde los ya legendarios Libros de la Mancupsia, que incluyen los Papeles de la Mancupsia, que todavía circulan y gozan de prestigio nacional y dieron a conocer, entre otros, a Patricia Laurent Kullick. Ediciones Intempestivas es una colección de libros breves, no superiores a las cincuenta páginas, que por ahora manejan cuento y poesía y se caracterizan, además de por su engañosa sencillez –engañosa porque las bellas ilustraciones de la propia Livier Fernández le otorgan un plus irresistible- por presentar autores magníficos, desde aquellos regios que gozan de respetabilidad y prestigio allende sus fronteras, como Joaquín Hurtado, con su libro de crónicas y mini ficciones, Los privilegios del monstruo, y Coral Aguirre y sus artesanales relatos de Andar por los aires, como jóvenes e interesantísimos prospectos, superiores inclusos a algunos promovidos por las grandes editoriales, como la muy intensa Gabriela Torres, nacida en la década de los ochentas y su estupendo libro –que reseñaremos en su oportunidad – Incompletario (cuentos descompletos).No dejemos de lado al poeta Guillermo Meléndez y la antología bilingüe Al Berto, muerte de rimbaud dicha en voz alta en el coliseo de Lisboa el 20 de noviembre de 1996.
Más insólito que la austera hermosura de estos pequeños libros, y la innegable calidad de su contenido, así como la posibilidad de descubrir plumas refrescantes, está el hecho de que esta colección no lleva fines de lucro. La talentosa pareja compuesta por el narrador Héctor Alvarado y la ilustradora Livier Fernández, trabajan, en estos tiempos, sin ser millonarios ni mucho menos, por genuino amor al arte… amor que se advierte, que se huele con solo tener uno de estas delicadas piezas entre las manos.
Para cualquier lector que se interese en descubrir este pequeño tesoro, que esperamos no sea efímero como no lo han sido los ya históricos Papeles de la Mancupsia, que a algunos nos llegan puntualmente por correo (ordinario), escribe un mail a half.projects@gmail.com, o asómate a www.uanl.mx/publicaciones

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