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Piden la renuncia del Gobernador de Sonora

Marcha del 10 de junio
Redacción Contactox
(Imágenes PH y El Imparcial)

El día de ayer fuimos testigos de la concentración de más de 8,000 ciudadanos en una manifestación que partió desde las calcinadas instalaciones de lo que fue la Guardería ABC hasta donde se encuentra ubicado el Palacio de Gobierno en la Plaza Zaragoza, acompañando a los deudos y padres de los niños y en solidaridad con la tragedia que ha estremecido al mundo entero, en particular a la comunidad hermosillense.
En el acto pudimos observar a miles de ciudadanos con sus rostros llenos de frustración, ira y reclamo. A este contingente se unieron integrantes de la CTM, a quienes no vieron con buenos ojos los ciudadanos que se organizaban para salir en su trayecto en silencio, pero con el reclamo de sus conciencias a flor de piel.
No faltaron al lugar los sirvientes del poder político y sus partidos, quienes quisieron aprovechar rapazmente la sensibilidad herida en la marcha, sin embargo, el poder ciudadano se impuso al rechazarlos y correrlos con coraje y contundencia, por lo que tuvieron que retirarse y se evitó que otros arribistas se confundieran dentro de la masa ofendida.


Más de 8,000 ciudadanos participaron
La marcha continuó totalmente en silencio por el boulevard Agustín de Vildósola, solamente se mostraban pancartas y mensajes.
Al llegar al centro de la ciudad, dicha manifestación se dirigió al Palacio de Gobierno, no así los integrantes de la CTM, quienes por su compromiso con el actual gobierno se dirigieron a la Plaza Emiliana de Zubeldía.
El silencio se rompió en el momento que llegaron a la Plaza Zaragoza y ubicarse a unos metros de la entrada del Palacio de Gobierno. En ese instante se empezaron a escuchar al unísono de miles de los reclamos: ¡JUSTICIA! ¡JUSTICIA! Después de unos minutos, los reclamantes trataron de introducirse al edificio que alberga las oficinas del gobernador Eduardo Bours C., pero un cuerpo de más de 50 guardias de seguridad, que habían estado esperando sentados en las bancas de la Plaza y disfrutando de una tarde fresca desde hacía horas, se colocaron en la entrada del edificio e impidieron con sus cuerpos entrelazados que la muchedumbre se introdujera hasta las oficinas del ejecutivo estatal.


El cuerpo de seguridad impide el acceso al Palacio de Gobierno
Enseguida, los integrantes de la marcha empezaron a gritar enardecidamente en miles de voces reunidas: ¡RENUNCIA! ¡RENUNCIA BOURS! ¡RENUNCIA BOURS!, seguido de reclamos como ¡BOURS FUERA! ¡BOURS FUERA! ¡TRAFICANTE DE INFLUENCIAS! Seguidos de palabras altisonantes en agravio del jefe del ejecutivo estatal. De verdad que no se había visto esto desde los tiempos del activismo en los años de la década de 1970.
Entre la concentración escuchamos accidentalmente a personas que se veía que no pertenecían a la marcha y que a toda prisa y desesperados se ponían de acuerdo para infiltrar en la masa la frase: “Hay que dispersarlos con cuidado, empiecen a gritar: ¡A la Emiliana! ¡A la Emiliana!” para poder manipular a la concentración. Después de lo anterior, sí iniciaron gritando esa frase, y la concentración poco a poco se fue haciendo más pequeña por los que fueron a la Plaza frente a la Universidad de Sonora, y otros que partieron para no quedarse sin transporte público, ya que eran ya las 8:20 de la noche.

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