Los colegio del DF al borde del ridículo...

Las medidas que se están tomando en las escuelas para prevenir la influenza porcina (jajaja, cómo nos gusta joder), están cayendo en lo trágico-cómico-mágico-musical.
Todos los días, los niños deben de llevar contestado el MISMO CUESTIONARIO

Dicho cuestionario hace una serie de preguntas cuyas respuestas difícilmente variarían de un día para otro. Lo contrario, supongo, sería síntoma inequívoco de influenza y en teoría, el alumno faltaría a la escuela:

TOS (CUANTAS VECES HA TOSIDO AL DÍA)
ESTORNUDOS (NÚMERO DE ESTORNUDOS AL DíA, SI LOS HAY)
OJOS ROJOS (CONJUNTIVITIS)

PERSONAS ENFERMAS DE GRIPE EN EL SENO FAMILIAR

¿CUANDO FUE LA ÚLTIMA VEZ QUE EL (LA) ALUMNO (A) PRESENTÓ SÍNTOMAS DE GRIPE?

Los padres de familia han de vigilar perpetuamente a los chamacos, contabilizando toses y estornudos para irlos anotando, vigilar la consistencia del moco (verdoso, amarillo, rojizo, gelatinoso, líquido) y sacar una centena de fotocopias del dichoso cuestionario para enviar uno nuevo todos los días... y si por algún motivo el alumno o alumna -porque eso sí, hay mucha equidad de género- olvida llevar la dichosa hojita con el color de sus mocos y la descripción de sus toses, sencillamente no lo dejan pasar.

Y mientras en el metro y en los restaurantes todos se tosen unos a los otros y han erradicado definitivamente el uso del cubrebocas, las criaturas - y sus madres- son torturadas con estos requisitos estúpidos que lo único que conseguirá será mermar la economía de los padres -porque ni en las escuelas de paga son capaces de poner el alcoholito: uno tiene que comprar este y los cubrebocas por docena-. Todo esto sin contar que a los pobrecitos y pobrecitas niños y niñas ya los traen asoleados: un sorbido de mocos basta para que les pasen un scanner, en el mejor de los casos.

Dios mío, pobrecito México, tan lejos de la Cultura y tan cerca de TELEVISA...